Soy una chica felíz, con miles de colores en la mirada que me permiten disfrutar la vida de manera diferente, con miles de sonrisas para compartir con quien se deje, a veces un poco rara, pero al fin y al cabo felíz...

miércoles, octubre 12, 2005

Magia en tiempo real

Dicen que después de la tormenta viene la calma... ojalá esta calma que siento ahora, dure mucho tiempo, antes de volver a caer en el agobio de la vida citadina. Después de casi tres semanas de trabajo intenso, de nuevo tengo el ánimo de llegar con una de esas sonrisas que fluyen naturalmente cuando piensas en tu trabajo, tus compañeros, tus proyectos... y te sientes entonces productivo, y crees que estás haciendo un bien a la humanidad y minuto a minuto te convences a ti mismo de que te estás superando en la vida... aunque al quinto minuto, la magia de tal pensamiento acabe por convertirse una vez más, en un pedacito de realidad.

Demonios!, otra vez la realidad... esa realidad que no termina de convencerme. Y no es que me la viva en las nubes, soñando despierta todo el tiempo con un mundo felíz, y tampoco me quejo de mi vida, es que simplemente no entiendo porque nosostros mismos nos obligamos a entrar en un sistema laboral del que TODOS, absolutamente TODOS tenemos, al menos, una queja; y eso que sólo me refiero al trabajo, pero no hay que olvidar que pertenecemos también a un sistema social, a uno familiar, a uno profesional... aunque en todos estos estoy segura de estar felíz como lombriz!

Lo maravilloso de todo este asunto, es que cada momento de magia que uno experimenta en esos momentos de serenidad mental, es un pedacito de nuestra realidad... eso significa que no todo en nuestras vidas es tan serio, objetivo, cruel y desalentador como podríamos pensar, y sí, siempre existen cosas de las que nuestra razón no puede escapar tan fácilmente... (y que bueno, si así la humanidad cada día está en el hoyo...) pero eso significa que con un poquito de atención podemos conservar esa magia en nuestra mente antes de permitirle a la razón convertirla en la realidad que no nos gusta, ¿no es mejor conservala a la par de nuestro tiempo real, aunque sea por unos momentos? Finalmente todo depende de nuestras propias decisiones.

Así es que mañana, cuando empiece mi día y sienta en mi rostro una sonrisa, voy a poner más atención a los instantes que le siguen, para intentar que esa calma, dure mucho más tiempo, antes de volver a caer, una vez más, en el agobio de la vida citadina, para que cuando eso suceda, mi día de vida citadina no sea más que otro escalón... ¿hacia donde?... hacia la realidad que quiero para mí.

1 Comments:

Blogger Adrián Gova said...

En este complejo mundo, ante una realidad generalmente incomprensible, lo más recomendable es creer en su magia. Los colores son parte de su lenguaje.

25 octubre, 2005

 

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