yo y mi rompecabezas

Después de todo no fué tan malo. No fué tan malo el esfuerzo. No fué tan mala la ambición. No fué tan mala la compañía. No fué tan malo el trabajo...ni miles de cosas más que tengo en mente como una interminable lista. Desafortunadamente para mi, nada es interminable, pero afortunadamente, todo es desmunusable; me quedo con lo bueno, con las muchas sonrisas sinceras del compañero cómplice, con los antojos del carrito a medio día, con la comida de viernes, con el albur de unos y la transparencia de otros, con las clases de ortografía, con las palabras sabias, con las 6:00 de la tarde... con todo lo que me ayudará a hacer de este tiempo algo soportable y llevadero.

Confieso un poco de rencor por la hipocresia descubierta así, nada más, de repente... porque me sentí herida no en el orgullo, sino en la confianza: esa bandera con la que el capitán se colgó antes de ver hundido el barco, por miserable y cobarde. Pero una vez más, confirmo la justicia de la vida y la grandeza de mi destino, porque todo se paga y no estamos excentos de pagar con la misma moneda con la que cobramos, así que mientras siga existiendo esa ley, seguramente, con la consciencia tranquila, mi destino seguirá brillando más y más junto a las almas que como yo, creemos en la auto - construcción.

Me reconforta saber, que a pesar de que ahora prácticamente mi interior está en reconstrucción, mi alma en sanación y mi móvil dignificador inexistente, no he tirado a la basura un camino bien trazado, no muy largo, pero hasta donde alcanzo a ver ahora, despejado y alentador. Confío en que todo cambio es para bien, en que las reflexiones van a ser útiles adelante, en que seguiré creciendo, en que el amor lo vence todo, en que el tiempo lo cura todo, en que la luna es de queso...

Definitivamente un año de cambios; y cuando mencioné que haría algunos movimientos en mi gran rompecabezas de vida, nunca imaginé semejante sacudida... que inconsciencia!!!, se suponía que los haría yo, porque soy dueña de mis piezas... o supuse mal? En fin, lo bueno es que ahora sé cuales piezas estaban mal puestas... y que tan grande es el espacio por completar todavía, por eso digo, después de todo... no fué tan malo.