colores y mas colores!!!

Si bien, a la vida la percibo de colores, no quedo excenta de percibir los colores que no me gustan, o los que preferiría no notar tan fácilmente, por ser esta, una labor doblemente sofocante, porque la mayoría de las veces, nublan mi alma... y mis ojos. Confieso que las personas también son dignas de ser clasificadas por colores, aunque lamentablemente también existen personas de colores no muy agradables a mi razón, lo que una vez más, me lleva a reflexionar sobre la naturaleza de mi jerarquía cromática en relación con los momentos y/o personas que uno a uno, empiezan a llegar a mi mente.

Es claro que mis preferencias estéticas, dictan generalmente dicha jerarquía, y aunque no tenga un parámetro establecido (cosa que realmente entiendo como imposible, por ser yo la rara que vive deginándole colores a la vida), mi extrema sensibilidad (llamada "corazón de pollo") me brinda la posibilidad de entender la naturaleza del prójimo y a su vez, del entorno, de una manera más clara, pese a las palabras de quien por miedo, afirma que la sensibilidad es igual a debilidad.

Gracias a ese "don" sensitivo, es que me he percatado de que todos, absolutamente todos, jugueteamos con un color y con otro; brincamos del azul al gris, del naranja al negro, y así seguimos hasta que nuestro color por naturaleza, nos inunda, matizando así lo que somos, nuestra escencia, nuestra vida... Es maravilloso ver como la vida constantemente se convierte en una gran cortina tornasol, y más cuando la puedes ver diario en el espejo, en tu rostro, en tus ojos. Y aunque quisiera sentirme siempre de mi color preferido y evitarme los agobios, me siento feliz y plena de saberme toda una chica tornasol, ja, ja, ja!!!